Buscando, buscando…
había recorrido todos los túneles, infinitas escaleras, pasillos interminables,
algunos iluminados y otros tenebrosamente oscuros…
Bajó, subió,
giró en redondo. Perforó, golpeó, descifró combinaciones de candados silentes,
abrió puertas de goznes quejumbrosos. Dinamitó muros, inventó aberturas. Tiró
miguitas para reconocer caminos que jamás repitió. Y se perdió mil veces en
todo lo conocido.
Y al final, una
vez, una sola vez, después de todo, después de tanto… llegó al fondo de sí
mismo.
Y allí no
encontró nada.
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