Poco a poco,
como si tuviera que sacarme una piel
para mudarla
voy desprendiéndome
de ataduras y ardides,
me libro de mi miedo
a lo que pienses de mí
y a tu mirada
que me clava en el suelo
y me acota el espacio
donde debo serme
en un juego de amor
que creo valedero
esperándote cielo
pero hallándote montaña.
Y como montaña
me freno ante tu base
y si intento escalarte
tratando de avanzar
es tan grande tarea
que olvido hasta mis metas;
sólo está la montaña :
una vasta oposición a atravesar.
Cuando nos encontramos
circulando la vida
nos prometimos campo
de sembrar
y después
sin notarlo siquiera
yo te encontré alambrado
y me senté a esperar
para verte caer.
Ninguno ha querido
destino tan cercado
que buscando estar cerca
nos cercábamos más.
Pero no tenemos culpas
más que las que compartimos...
¡Abranse nuestros destinos,
crezcamos a la par!
como si tuviera que sacarme una piel
para mudarla
voy desprendiéndome
de ataduras y ardides,
me libro de mi miedo
a lo que pienses de mí
y a tu mirada
que me clava en el suelo
y me acota el espacio
donde debo serme
en un juego de amor
que creo valedero
esperándote cielo
pero hallándote montaña.
Y como montaña
me freno ante tu base
y si intento escalarte
tratando de avanzar
es tan grande tarea
que olvido hasta mis metas;
sólo está la montaña :
una vasta oposición a atravesar.
Cuando nos encontramos
circulando la vida
nos prometimos campo
de sembrar
y después
sin notarlo siquiera
yo te encontré alambrado
y me senté a esperar
para verte caer.
Ninguno ha querido
destino tan cercado
que buscando estar cerca
nos cercábamos más.
Pero no tenemos culpas
más que las que compartimos...
¡Abranse nuestros destinos,
crezcamos a la par!
No hay comentarios:
Publicar un comentario